Sudán cuenta con una riqueza arqueológica invaluable que se extiende a lo largo del valle del Nilo. No obstante, este patrimonio, parcialmente ignorado por su población, se encuentra en peligro por distintas amenazas, entre las que destacan la agricultura, los saqueadores de tumbas y los buscadores de oro. Para evitar la extinción de la herencia, el Gobierno, con el apoyo de algunos extranjeros, trabaja para sensibilizar a la población y así salvar lo que queda.