A mediados de abril, los planes para la reforma de la seguridad social provocaron protestas y el descontento pronto derivó en violentas batallas callejeras. Los manifestantes quieren la renuncia del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, un excombatiente guerrillero que se mantiene en el poder desde 2007, tras una temporada anterior desde 1979 hasta 1990. La ciudad occidental de Masaya se ha convertido en el bastión de la rebelión.