El miedo reina entre las comunidades de inmigrantes en Estados Unidos. En su país, el presidente Donald Trump ha reforzado las políticas contra los indocumentados y fuera de él trabaja para presionar a los gobiernos vecinos para que bloqueen el paso por sus fronteras.
De entrada, el futuro es incierto para los inmigrantes sin documentos en Estados Unidos. Y ahora tienen algo más de qué preocuparse: el anuncio del presidente Trump de poner en marcha redadas masivas con orden de expulsión, con las que busca deportar a unos 2.000 extranjeros, complica aún más su situación.
Ana y Wendy viven en San Francisco, una de las 500 ciudades santuario que no comparte información migratoria a nivel federal, pero el temor por ser detenidas está presente. "Sí, me da miedo salir a la calle y a mi trabajo con todo lo que está pasando", asegura Ana y denuncia además que las autoridades no solo arrestan a quienes tienen una orden de deportación. "Ellos agarran a todos los que encuentran en su camino" comenta.
A Wendy le preocupan sus hijos. "Yo soy una madre soltera y mis niños me tienen a mí. Y si me llegaran a deportar, pues los que van a sufrir más van a ser ellos". Ante el temor creciente entre la comunidad, organizaciones los apoyan y guían ante una posible visita de las autoridades migratorias. "Que recuerden que uno tiene derecho a no abrir la puerta, a decir que van a mantener su silencio hasta conversar con su abogado", explica Amanda Alvarado, directora del Centro Legal de la Raza.
¿Le está dando resultado la estrategia a Trump?
Incluso hasta en política exterior, Trump hace hasta lo imposible por detener a los migrantes. Con amenazas comerciales logró que el Gobierno mexicano desplegara efectivos de la Guardia Nacional en sus fronteras sur y norte. La fuerza diseñada para reducir la tasa de homicidios en el país, ahora trabaja en contener a los que migran. "Quiero cruzar para darle a mi hijo una vida mejor, mejores estudios, una vida mejor para que crezca bien. Eso es lo único que le puedo dejar", asegura Ledy Pérez, una guatemalteca que fue bloqueada por los guardias mexicanos en Ciudad Juárez a pocos metros de llegar a la frontera.
En algunos casos, la estrategia del presidente Trump parece estar dando resultado. "Mi objetivo ahora no es ir a Estados Unidos, mi objetivo es conseguir mis documentos y seguir trabajando aquí", señala Victor Sánchez, un hondureño que se dio por vencido en su objetivo por llegar a Estados Unidos.
En 45 días México debía informar a Estados Unidos sobre sus progresos en la reducción del número de personas que intentaban cruzar la frontera. Cumplido el plazo aseguró que la cifra se redujo en un 36%. En Guatemala, el Gobierno cedió a la presión de Trump y se convirtió en un ‘tercer país seguro’, mientras que en casa, el presidente sigue con su plan de redadas masivas.