Cuando Cuba entró en la compleja fase de su batalla contra el coronavirus ya llevaba meses movilizada para resolver uno de sus grandes problemas: la producción de alimentos. Escasez de diésel, difícil acceso a plaguicidas y fertilizantes debido al embargo son parte del problema, pero tal vez una oportunidad para girar más decididamente hacia una agricultura ecológica y sostenible. Reportaje de José Goitia y Domitille Piron.