Abandonar sus hogares nunca fue una opción para los que fueron obligados a emigrar y la posibilidad de regresar es una esperanza. Con los años el retorno es posible, si es que la situación en el país de origen cambió y los refugiados pueden gozar de mejores condiciones de seguridad. En 2018, 593.800 personas retornaron, según cifras de ACNUR.